Una fracción propia es una fracción cuyo numerador (el número de arriba) es menor que el denominador (el número de abajo).
En otras palabras, representa una parte de un entero que es menor que una unidad completa.
Por ejemplo, 3/5, la fracción que aparece en la ficha de arriba, es una fracción propia porque representa tres partes de un total de cinco partes, lo que es menor a la unidad completa.
Las fracciones propias tienen un valor decimal menor que 1 y son comunes en matemáticas, permitiendo expresar cantidades y porcentajes menores a una cantidad total.
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