La entrevista es una interacción verbal, es decir, basada en el habla, entre dos o más personas, que denomiraremos entrevistador y entrevistado. Se da con el propósito de obtener información, opiniones o evaluar habilidades.
Y además se utiliza en diversos contextos, como por ejemplo el periodismo, la selección de personal de una empresa, o la investigación, con el objetivo de obtener respuestas y generar un diálogo más o menos estructurado.
A continuación vamos a ver las características de la entrevista:
Conversación Planificada: Una entrevista, por definición es una conversación que se lleva a cabo de manera deliberada y planificada entre dos personas: el entrevistador y el entrevistado. A diferencia de una conversación casual, en una entrevista se tienen objetivos específicos en mente.
El Objetivo es el de obtener información, opiniones o experiencias del entrevistado: Es decir, la principal razón para realizar una entrevista es obtener información que resulte valiosa. Esta puede ser por ejemplo datos, opiniones, experiencias personales u otro tipo de conocimiento que la persona entrevistada pueda darnos.
Estructura y Preguntas Diseñadas para Alcanzar Metas Específicas: Antes de la entrevista, el entrevistador planifica cuidadosamente la estructura de la conversación y las preguntas que va a hacer. Esto se hace con el propósito de obtener respuestas específicas que ayuden a cumplir los objetivos de la entrevista.
Se utiliza en periodismo, Investigación, selección de personal y más: Las entrevistas son una herramienta versátil que se utiliza en una amplia variedad de campos, como el periodismo para recopilar noticias, la investigación académica para obtener datos, la selección de personal en empresas, y más.
Puede ser formal o informal, dependiendo del contexto: Las entrevistas pueden variar en formalidad. Algunas son muy estructuradas y formales, mientras que otras son más relajadas e informales. La elección depende del propósito y el contexto de la entrevista.
Requiere habilidades de Escucha Activa y Empatía: Esto aplica básicamente a la persona que entrevista, es de ir, un buen entrevistador debe escuchar atentamente al entrevistado, mostrando interés y empatía. Cuando esto ocurre, se ayuda a establecer una conexión y a obtenemos como consecuencia respuestas más completas.
Preparación Previa: Antes de la entrevista, el entrevistador suele investigar el tema o al entrevistado para estar bien informado. Esto le permite hacer preguntas pertinentes y seguir la conversación de manera efectiva.
Flexibilidad para adaptarse a respuestas inesperadas: Aunque la entrevista esté bien planificada, es importante que el entrevistador sea flexible y esté preparado para a adaptarse a las respuestas «inesperadas» del entrevistado. Ya que estas respuestas pueden llevar la conversación en una nueva dirección.
Uso de Lenguaje Claro y Conciso para Evitar Malentendidos: Tanto el entrevistador como el entrevistado deben utilizar un lenguaje claro y conciso. Esto ayuda a evitar malentendidos y asegura que la información se comunique de manera efectiva.
La Calidad de la Entrevista: Por último, la calidad de una entrevista va a depender en gran medida de cómo vayan interactuando el entrevistador y el entrevistado. Cuando se da una buena comunicación y se siente confianza pueden llevar a una entrevista más informativa y sobre todo más productiva.
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