La hemofilia es un trastorno genético hereditario que afecta la coagulación sanguínea. Las personas con hemofilia tienen deficiencia o ausencia de ciertos factores de coagulación, lo que dificulta la formación de coágulos sanguíneos eficaces. Esto puede dar lugar a hemorragias que pueden derivar en lesiones o cirugías. La hemofilia se clasifica en tipos según el factor específico afectado: A (deficiencia de factor VIII) y B (deficiencia de factor IX) son los más comunes. Su tratamiento implica la administración de factores de coagulación, y la terapia génica es una opción emergente para algunas formas de hemofilia. Descargar ficha

La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, y no simplemente la ausencia de enfermedad. Esto significa que estar saludable no solo implica no tener alguna enfermedad diagnosticada, también implica estar sanos a nivel físico y mental. Un ejemplo de persona saludable es alguien que come alimentos no procesados, lleva una dieta sana y realiza ejercicio físico todas las semanas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la salud es un recurso fundamental para la vida cotidiana y no solo un objetivo de la vida futura. Entre sus funciones clave, la OMS establece normativas y estándares globales para abordar problemas de salud, desde epidemias hasta enfermedades crónicas. Descargar ficha

Un factor de riesgo es cualquier característica, condición o comportamiento que aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle una enfermedad o experimente un evento adverso. Por ejemplo, en el contexto de la salud, los factores de riesgo pueden incluir elementos como el tabaquismo, la falta de actividad física, la dieta poco saludable y la predisposición genética. Poder identificar y comprender estos factores es muy importante para la prevención y gestión de enfermedades, ya que permite tomar medidas para reducir o mitigar los riesgos asociados. Descargar ficha

Una infección es la invasión y multiplicación de microorganismos, como bacterias, virus, hongos o parásitos, en el cuerpo, causando una respuesta del sistema inmunológico. Puede manifestarse tanto de forma local, como una infección que se da en un área específica, o sistémicamente, afectando todo nuestro organismo. Las infecciones pueden provocar síntomas como fiebre, inflamación, dolor y malestar. Algunas son leves y autolimitadas, mientras que otras requieren tratamiento médico, como antibióticos o antivirales. La prevención, higiene y vacunación son clave para evitar infecciones y promover la salud. Descargar ficha Algunos ejemplos de infecciones comunes Infecciones del Tracto Respiratorio Superior (ITRS): Este tipo de infecciones incluyen los típicos resfriados comunes y la gripe. Estas infecciones afectan la nariz, la garganta, los senos paranasales y las vías respiratorias superiores. Infecciones del Tracto Urinario: Las ITU son comunes y pueden afectar la vejiga (cistitis) o los riñones (pielonefritis). Infecciones Cutáneas: Existen diversas afecciones de la piel, como por ejemplo la celulitis, que es una infección de la capa profunda de la piel, o la foliculitis, [...]

La ecografía es una técnica médica no invasiva que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes en tiempo real del interior del cuerpo. También conocida como ultrasonido, este procedimiento permite visualizar órganos, tejidos y estructuras internas, facilitando diagnósticos y seguimientos médicos. Se utiliza comúnmente durante el embarazo para observar el desarrollo fetal, pero también es valiosa en diversas especialidades médicas para examinar el abdomen, el corazón, los vasos sanguíneos y otras áreas del cuerpo sin recurrir a la radiación. Descargar ficha 3 circunstancias donde es necesario el uso de ecografías En el embarazo: Las ecografías obstétricas son fundamentales durante el embarazo para monitorear el desarrollo del feto. Permiten verificar la posición del feto, evaluar el crecimiento, detectar posibles anomalías y determinar la salud general del bebé y de la madre. Este tipo de ecografías también se utilizan para confirmar que efectivamente si hay embarazo, y calcular la fecha probable de parto. Estudios Abdominales: Las ecografías abdominales se suelen utilizar para evaluar los órganos internos que tenemos en el interior [...]

El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente el mosquito Aedes aegypti, el cual también es conocido como mosquito de la fiebre amarilla o mosquito momia. Los principales síntomas y más característicos de la enfermedad del dengue son la fiebre, el dolor muscular, el dolor articular, el dolor de cabeza y las erupciones cutáneas. La infección se propaga en regiones tropicales y subtropicales, donde los mosquitos portadores son bastante comunes. Los países donde hay una mayor tasa de contagio de la enfermedad del dengue son Brasil, Paraguay, Guyana Francesa, San Martín y Honduras. Descargar ficha La prevención a esta enfermedad, se centra sobre todo en el control de los criaderos de mosquitos y la protección de las personas contra las picaduras. No existe un tratamiento específico, y la atención médica temprana es muy importante. Hoy en día, el dengue representa un desafío de salud pública global, y su incidencia ha aumentado en varias partes del mundo.

La fatiga es un estado de agotamiento físico o mental que conlleva a una disminución de nuestra capacidad para realizar tareas o actividades físicas. Puede manifestarse como cansancio, falta de energía, debilidad y dificultad para concentrarse. Además, la fatiga puede tener diversas causas, como falta de sueño, estrés, actividad física intensa, enfermedades crónicas o trastornos mentales. También puede ser un síntoma de condiciones médicas subyacentes. La fatiga puede afectar negativamente la calidad de vida, la productividad y la salud en general. Manejarla adecuadamente implica identificar y abordar sus causas subyacentes, adoptar hábitos de vida saludables y, en algunos casos, buscar orientación médica. Descargar ficha

La fiebre es una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo, que se caracteriza por un aumento anormal de la temperatura corporal, generalmente como respuesta a una infección, inflamación u otras condiciones médicas. Es un mecanismo de defensa natural del sistema inmunológico que ayuda a combatir patógenos al acelerar diversas funciones biológicas. La temperatura elevada puede ser provocada, por ejemplo, por la liberación de sustancias como las citoquinas durante la respuesta inmunitaria. Aunque la fiebre suele ser parte del proceso de curación, cuando las temperaturas pasan a ser extremadamente altas, pueden haber complicaciones y ser perjudiciales. Por ese motivo, medir y controlar la fiebre es esencial para evaluar y tratar adecuadamente las condiciones subyacentes. Por definición, el límite considerado normal para la temperatura corporal, son 37ºC medidos en la región axilar. A partir de ese límite, consideramos que aparece febrícula y, por encima de 37.8ºC, se considera fiebre, pudiendo llegar a sobrepasar los 41ºC. Descargar ficha