¡Hola súper profes! Hoy queremos compartir con vosotros una serie de 12 cuentos infantiles que sirven para educar en contra de los estereotipos de género. Los estereotipos de género tienen que ver con opiniones o prejuicios generalizados que hacen referencia a atributos o características que se supone que deben de poseer hombres y mujeres. Un ejemplo muy común es el cliché de que las niñas deben vestir de color rosa y los niños de color azul o que los niños tienen que jugar con cochitos y las niñas con muñecas.
Es nuestro deber como educadores y maestros educar en la igualdad y la coeducación, por lo tanto, partir de cuentos e historias nos ayudará a concienciar a nuestro alumnado y a educarles en la igualdad.
1. Daniela Pirata
Autor/a: Susanna Isern
Ilustrador/a: Gomez Illustration
Este cuento es ideal para trabajar la coeducación en el aula y enseñar a niños y niñas que tanto los chicos como las chicas pueden ser héroes o heroínas de cualquier historia.
En esta historia, Daniela siempre ha soñado con llegar a convertirse en pirata y controlar el famoso barco llamado «Caimán Negro». Dicho barco estaba capitaneado por Orejacortada, un pirata que dudaba de su posibilidad de convertirse en pirata por el simple hecho de ser una niña.
Daniela demuestra a toda la tripulación que puede ser una pirata pues pasa una serie de pruebas para ello. Pero igualmente, Orejacortada sigue pensando que no puede serlo por ser una chica.
2. Princesa Kevin
Autor/a: Michael Escoffier
Ilustrador/a: Roland Garrigue
En este cuento Kevin es el protagonista y el día de la fiesta de Carnaval en su colegio quiere disfrazarse de princesa, con su vestido, sus tacones y su maquillaje. Él piensa que si las chicas pueden disfrazarse de caballero, ¿por qué no va a ir él de princesa?
Este cuento nos enseña que a veces los estereotipos están para romperlos y es una forma genial de hacer ver a los niños y niñas desde muy pequeños que no existen cosas para niños y cosas para niñas.
3. Vivan las uñas de colores
Autor/a: Alicia Acosta y Luis Amavíaca
Ilustrador/a: Gusti
Juan es un niño al que le encanta pintarse las uñas de colores y lo suele hacer con una amiga suya. Sin embargo, el primer día que va al cole con las uñas pintadas, recibe burlas de sus compañeros y esto le hace sentir muy triste. La segunda vez que va al cole con las uñas pintadas, descubre que vuelve a ser objeto de burla, por lo tanto, decide no ir más al cole con las uñas pintadas.
Un día su padre le recibe en casa con una sonrisa y también las uñas pintadas de colores. Este gesto hace sentir muy feliz a Juan. Igualmente, otro día recibe una gran sorpresa cuando sus compañeros de clase deciden hacerle un regalo: pintarse todos las uñas de colores.
4. El niño que no quería ser azul, la niña que no quería ser rosa
Autor/a: Patricia Fitti
Ilustrador/a: Patricia Fitti
A Celestino le regalan aviones azules, duerme en una cama azul y juega al fútbol con pelotas azules. Todo el mundo le dice que es el más azul de todos los niños y que se casará con la más rosa de todas las niñas, ¡como se supone que debe ser! Pero ¿y si él no quiere sólo un mundo azul, y la princesa de sus sueños no es rosa?
Este cuento es un grito a la libertad de los niños y niñas. Servirá para acabar con los estereotipos más comunes de género de la sociedad. Enseña a los niños y niñas que no existen juegos de niños y juegos de niñas, hay cosas que gustan y cosas que no gustan.
5. Érase dos veces la ratita presumida
Autor/a: Pablo Macías y Belén Gaudes
Ilustrador/a: Nacho de Marcos Escriña
En esta versión del clásico cuento de la ratita presumida, se van desmontando todas las cosas que se supone que una chica debe querer en nuestra sociedad: un hombre que la mantenga económicamente, tener hijos, etc.
En este cuento, la ratita decide ponerse un lazo un día de repente y, a partir de entonces, comienzan a acercarse a su puerta un montón de pretendientes diferentes. El problema era que a ratita no le gustaba ninguno y no porque fueran feos o antipáticos sino por su condición sexual; a la ratita le gustaban las mujeres.
6. Me llamo Pecas
Autor/a: Raquel Díaz Reguera
Ilustrador/a: Raquel Díaz Reguera
Pecas es la protagonista de esta historia y es una niña que se plantea y reflexiona a partir de diferentes situaciones que se le van presentando en su día a día.
A raíz de todas esas situaciones, Pecas empieza a reflexionar acerca de los prejuicios y los límites de una sociedad que está definida por la diferencia entre los dos sexos y sus respectivos supuestos gustos, necesidades y preferencias. La perplejidad de esta niña hace reflexionar y lleva a la autocrítica.
Pecas no logra entender esa desigualdad, lo que le gustaría descubrir dónde viene este patrón que encasilla a las personas basándose en su sexo. Y pregunta a todo el mundo el por qué de esa diferencia pero ninguna persona sabe contestarle.
7. Las princesas también se tiran pedos
Autor/a: Ionit Zilberman e Iian Brenman
Ilustrador/a: Ionit Zilberman e Iian Brenman
En este cuento, Laura es la protagonista de la historia. Es una historia que sirve para desmitificar la creencia de que las princesas son personas extraordinariamente bellas, perfectas y sabias.
El padre de Laura, Marcelo, le cuenta cuentos a Laura muy a menudo. Un día, estaban los dos en la biblioteca y este encuentra un libro antiquísimo que se llamaba «El libro secreto de las princesas», dentro del cual había un capítulo llamado «problemas gastrointestinales y flatulencias de las princesas más encantadoras del mundo».
Juntos leen esta historia y descubren que muchas de las princesas más conocidas también se tiran pedos y que, entre ellas, Cenicienta se tuvo que ir a medianoche del baile porque tenía muchas ganas de tirarse un pedo.
8. Yo voy conmigo
Autor/a: Raquel Díaz Reguera
Ilustrador/a: Raquel Díaz Reguera
Esta historia trata de una niña a la que le gusta un niño, pero él no se fija en ella, ni siquiera la mira. Entonces, ella decide, aconsejada por sus amigos, empezar a quitarse cosas para que el niño se fije en ella. A medida que avanza la historia, ella se va quitando objetos (coletas, gafas, sonrisa, pecas, alas, etc.) y el niño sigue sin mirarla.
Cuando ya se ha quitado todos los objetos que tanto la caracterizan, solo le queda dejar de ser tan parlanchina y quitarse los pájaros que decoran su cabeza. Es en ese momento cuando el niño empieza a fijarse en ella y le presta atención. Sin embargo, ella se da cuenta de que ha dejado de ser ella misma para gustarle al niño, entonces decide recuperar sus coletas, sus gafas, su sonrisa, sus pecas, sus alas y sus palabras.
9. Edu se viste de princesa
Autor/a: Nuria Diez
Ilustrador/a: Patricia Moreno
El protagonista de esta historia es Edu, un niño de 4 años muy divertido y alegre al que le encantaría disfrazarse de princesa aunque sus amigos le dicen que eso solo es para niñas. Esta situación le hace sentir triste y, al hablarlo con su familia, estos le dicen que no existen cosas de chicos y de chicas, solo cosas que nos gustan a unos y cosas que nos gustan a otros.
Este cuento rompe con los estereotipos de géneros y sirve para hacer reflexionar a los niños y niñas y se replantean cuestiones acerca de la sociedad y de las leyes no escritas que rigen la misma.
10. Bonitas
Autor/a: Stacy McAnulty
Ilustrador/a: Joanne Lew-Vriethoff
Este cuento trata los estereotipos de género a partir de la ironía y se basa en el contraste de lo que dice y las ilustraciones para expresar una crítica hacia la sociedad y lo que se supone que la sociedad espera de «las chicas».
La idea es global que podemos extraer del mismo es que cada chica es única y diferente. Además, el título de «bonitas» hace referencia a la belleza interior, la cual debería ser la más importante. La conclusión es que las chicas bonitas son aquellas que creen en sí mismas y que están empoderadas.
11. Rosa Caramelo
Autor/a: Adela Turin
Ilustrador/a: Nella Bosnia
Margarita es una elefanta que está obligada a vivir con el resto de elefantas en un jardín aparte de los elefantes. En ese jardín las elefantas solo pueden comer anémonas y peonías. Al comer esos tipos de flores, su color de piel se transforma en rosa. Sin embargo, Margarita no las come y por lo tanto, no tiene un tono de piel rosa, lo cual hace sentir a sus padres muy decepcionados.
Cuando al fin los padres desisten y dejan de obligarle a comer flores para cambiar su color de piel a un tono rosa, Margarita experimenta como es la vida de los elefantes varones y descubrirá la libertad y abrirá el camino de la igualdad para sus compañeras.
12. Mi padre cree que soy un chico
Autor/a: Sophie Labelle
Ilustrador/a: Sophie Labelle
En este cuento la protagonista se llama Alejandra, una niña a la que le gustan los insectos, las pelis de miedo y disfrazarse de bruja. Alejandra no es comprendida por su padre quien cree que es un niño, en lugar de entender que el hecho de que tenga esos gustos no le hacen dejar de ser una niña.
Esta historia sirve para reflexionar y pensar acerca de la diversidad de género, la individualidad de las personas y el respeto hacia la diversidad.
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