Cuentos para niños sobre amistad

Autor/a: Cristina Reina

Ilustrador/a: Lidia Jiménez Duarte

En este cuento, un niño comienza preguntándole a su madre cómo puede hacer para saber si es o no un buen mejor amigo. A partir de ese momento, la madre empieza a explicarle a su hijo las características de un buen amigo.

A lo largo de la historia se van explicando algunas de esas características, entre las cuales destaca: cuidar y proteger a los amigos, consolar y abrazar a los amigos cuando están tristes, acompañar a los amigos en sus aventuras, estar siempre al lado de los amigos y servirles de apoyo y compartir todo lo que tenemos con ellos.

Este libro os puede ser muy útil para trabajar el valor de la amistad. Además, también habla de los enfados y de la capacidad que debemos tener de perdonar y pedir perdón, algo muy importante en una buena amistad.

Autor/a: Lauren Ace 

Ilustrador/a: Jenny Lovlie

Esta es la historia de cuatro niñas muy parecidas pero muy diferentes que eran mejores amigas. Sus nombres son Carla, Indira, Ana y Alicia. Era un grupo de amigas que compartía momentos de felicidad pero también momentos de riñas y enfados, aunque eso no era un gran problema para su amistad, siempre sabían como solucionarlo.

A medida que el tiempo pasaba, las niñas crecían y su amistad se seguía forjando. Ellas siempre se sintieron orgullosas de la amistad que tenían y, a medida que crecían, las raíces de su amistad las mantenía unidas. El apoyo mutuo las hacía más fuertes para recuperarse.

Finalmente, las jóvenes amigas se convirtieron en grandes mujeres y su amistad se preservó. Todas se convirtieron en mujeres fuertes y exitosas. Las cuatro seguían siendo muy parecidas pero a la vez muy diferentes y eran todavía las mejores amigas. Este es un cuento excelente que habla de la amistad verdadera.

Autor/a: Eva Clemente y Teresa Arias 

Ilustrador/a: Eva Clemente

El protagonista de esta historia se llama Pepincho y es un erizo triste e inseguro que no sabe si los demás querrán jugar con él por el hecho de tener púas que les pueda hacer daño a los otros.

Pepincho conoce un día a Rufino, un zorro, a quien se le ha roto un calcetín y por eso llora. Pepincho, que es muy majo, decide regalarle una de sus púas para que pueda coser su calcetín roto. Más tarde, conoce a Inés, una perra lanuda, que se queja por tener mucho pelo y no poder ver. Pepincho le regala muchas de sus púas para que las use a modo de orquillas y pueda ver. Más tarde conoce al conejo César quien le pide púas para poder limpiarse los dientes.

Todos estos animales no hicieron más que aprovecharse del erizo y dejarlo sin púas. Pepincho tenía mucho frío y ninguno de los animales le ayudaba. Pero una tortuga le hizo reflexionar y Pepincho cambió para no volver a dejarse convencer nunca más por animales que querían aprovecharse de él y sus púas y, de esa forma, el erizo gana amor propio y aprende a decir que no siempre que sea necesario. A partir de ese momento conoce la amistad verdadera.

Autor/a: Montserrat Balada

Ilustrador/a: Francesca Mestres

El protagonista de este cuento es el elefante Mainú, quien siempre había escuchado hablar de la amistad y de lo importante que era. Por eso, decidió salir un día en busca de la tan conocida amistad y emprendió feliz su camino en su bicicleta.

En su camino encontró muchos animales y fue ayudando uno a uno. Todos los animales que encontraba en su camino decidieron unirse a Mainú en su búsqueda de la amistad. En su recorrido, llegaron hasta el Polo Sur. Al final de su recorrido, se encontraron con un mono que les aclaró que la amistad ya la habían encontrado pues eran amigos que compartían todo lo que tenían.

Este cuento es una forma preciosa de enseñar el valor de la amistad y uno de sus valores más importantes que es el de compartir. Mainú y sus nuevos amigos serán una forma excelente de enseñar el significado de la amistad.

Autor/a: Susanna Issern

Ilustrador/a: Silvia Álvarez

El protagonista de esta historia es Oso y sueña con volar. Un día su amiga la lechuza le nota triste y le pregunta que qué le pasa y él le cuenta que sueña con volar. A partir de ese momento, todos sus amigos del bosque se enteran de su sueño y deciden ayudarle a conseguirlo.

Sus amigos se ponen manos a la obra y le ayudan a ser más ligero, a acumular plumas e incluso a perder el miedo a saltar y a las alturas. Los animales han llegado incluso a conseguir unas alas para oso. Finalmente, llega el día en el que van todos a una colina y animan a oso a volar y lo consigue. A su vuelo exitoso se unen muchas aves que le acompañan.

La moraleja de la historia es que con el trabajo en equipo, las ganas y el esfuerzo se pueden conseguir sueños y metas comunes, como ha sucedido con Oso y sus amigos.

Autor/a: Marianne Dubuc

Ilustrador/a: Marianne Dubuc

La protagonista de esta historia es Lucía quien tiene tres amigos: Marcelo, Doris y Leo. Los cuatro amigos deciden tomar un tentempié juntos y compartir la comida que tienen pues algunos de ellos han perdido su comida en el camino.

Al sentarse en un árbol a comer la comida juntos, aparece un caracol al que confunden con una avellana y se asustan. Después, cuando descubren que es un caracol, deciden introducirlo en su grupo de amigos y, como está hambriento, compartir la comida con él.

La moraleja de la historia es que hay que integrar e introducir a todo el mundo, ya que todo el mundo es bienvenido en nuestro grupo de amistades. Además, otro valor al que se le da importancia en este cuento es al de compartir y no ser personas egoístas.

Autor/a: Andrea Schomburg y Barbara Röttgen

Ilustrador/a: Andrea Schomburg y Barbara Röttgen

Esta es la historia en la que una ardilla y un pájaro se conocen. La ardilla estaba, como siempre, comiendo bellota y preparándose para el invierno y, de repente, apareció un pájaro que llegó volando y aterrizó junto a ella.

A partir de ese momento, la ardilla y el pájaro empezaron a conocerse y a hacerse amigos. La ardilla enseñó sus tradiciones al pájaro, como, por ejemplo, la de comer bellotas. Estos animales se hicieron amigos a pesar de todas sus diferencias.

La moraleja de este cuento es que, independientemente de las diferencias que nos caractericen a unos y a otros, podemos ser amigos siempre que nos respetemos y adaptemos a los demás y sus particularidades.

Autor/a: Ali Pye

Ilustrador/a: Ali Pye

Las protagonista de este cuento es Bea, una gatita que siempre se copia de lo que hace otra gatita llamada Ana. Bea admiraba mucho a Ana y quería ser como ella y, por eso, siempre la imitaba en todo lo que hacía.

De repente, un día Ana y Bea se pelearon y Bea la llamó «copiota», algo que le hizo sentir muy triste. Ese momento hizo que, por primera vez, Bea se pusiera a jugar sola. Mientras Bea jugaba sola, apareció otra gata que se llamaba Cloe y que se hizo amiga de Bea. Mientras las dos nuevas amigas jugaban, Ana, que se sentía sola, también se puso a jugar con ellas.

Las tres gatas se hicieron amigas y solían jugar juntas. En algunas ocasiones las unas se copiaban de las otras y, en otras, cada una jugaba a algo diferente. Este cuento es ideal para enseñar a los niños el valor de la amistad y la admiración. También enseña que podemos copiarnos y hacer lo mismo que los demás pero que también podemos hacer cosas por nosotros mismos.

Autor/a: Arnold Lobel

Ilustrador/a: Arnold Lobel

Sapo y Sepo son dos sapos que son muy amigos y se ayudan mutuamente. Un día de verano, Sapo no se encuentra bien y decide meterse en la cama. En ese momento Sapo le pide a Sepo que le cuente un cuento y este último se dispone a hacerlo.

Sin embargo, a Sepo no se le ocurre ningún cuento y por ello se esfuerza y esfuerza en pensar e imaginar algún cuento para contarle a su amigo. Sepo sale al porche a pasear, se pone boca abajo, se echa vasos de agua en la cabeza e incluso se da golpes contra la pared. Pero no hay manera de que se imagine un cuento.

Este cuento es un relato muy pequeño pero sirve para demostrar a los niños y niñas que los buenos amigos son capaces de cualquier cosa para ayudar a sus amigos.

Autor/a: Eoin Mclaughlin

Ilustrador/a: Polly Dunbar

Erizo y Tortuga son los protagonistas de este cuento. Su mayor deseo era poder darse un abrazo muy grande pero no tenían permiso para poder tocarse.

Un día, su amigo Búho les enseña que hay miles de maneras de demostrar amor y que pueden intentarlo sin abrazarse. Erizo y Tortuga empiezan a demostrar el cariño que tienen el uno por el otro de diferentes formas; haciéndose reír, enviándose cartas o bailando sin tocarse.

Esta historia tan tierna enseña a los niños y niñas que, aunque no podamos abrazarnos, existen muchas maneras de demostrar amor a nuestros seres queridos y amigos.