Un cambio químico, o lo que también podemos denominar como reacción química, es un proceso en el cual las sustancias o la materia, experimentan una transformación en su composición molecular y este cambio lleva consigo que se formen nuevas sustancias, con propiedades diferentes a las originales.

 

Durante un cambio químico, los enlaces entre los átomos se rompen y se forman enlaces nuevos, y esto se traduce en la creación de productos distintos.

Ejemplos comunes de cambios químicos incluyen la combustión de un combustible, la oxidación del hierro para formar óxido de hierro (óxido de hierro), y la fermentación en la producción de alimentos como el pan y la cerveza, e incluso la propia digestión de los seres humanos. Aquí te los explicamos:

Ejemplos de cambios quimicos

La combustión

Cuando un material, como por ejemplo una hoja de papel o un trozo de madera, se quema en presencia de oxígeno ambiente, se produce un cambio químico en el que estos materiales se descomponen y se liberan gases y energía en forma de calor y luz (que vemos en forma de fuego).

La fermentación

En este proceso, los microorganismos como por ejemplo las levaduras, descomponen los azúcares (en alimentos, como el pan o la cerveza) en productos químicos diferentes, como son el dióxido de carbono y el alcohol, generando cambios en sabor y textura.

La oxidación

La oxidación se produce, por ejemplo, cuando el hierro se expone al oxígeno y la humedad del aire. Esto hace que se produce una reacción química en la que el hierro se oxida, formando óxido de hierro (lo que conocemos como herrumbre), más conocido como óxido.

La digestión

En nuestro sistema digestivo, los alimentos se descomponen químicamente a través de procesos químicos como la hidrólisis, donde las enzimas juegan bien su papel, ayudando a descomponer los alimentos en moléculas más pequeñitas que el cuerpo puede absorber y utilizar.