Hace muchísimos años, concretamente en la década de 1600 en Inglaterra, un científico de renombre llamado Sir Isaac Newton estaba ocupado tratando de explicar el conjunto de cosas y fenómenos que suceden en la Tierra y en el resto de la naturaleza que nos rodea. Pero siempre se cuestionaba todo y se hacía la misma pregunta: «¿Por qué?»
Newton, fue el responsable del descubrimiento de la gravedad, el movimiento de los planetas, la luz y el color. Descubrió muchísimas cosas y pudo además demostrar cómo funcionaban a través de numerosos experimentos y complejos cálculos matemáticos. De hecho, por este motivo, se le llama actualmente el «padre de la ciencia moderna».
Los científicos han llegado finalmente a un consenso con las ideas de Newton sobre el movimiento, y por ello, las han resumido, explicado y llamado, las Tres Leyes del Movimiento de Newton, las cuales vamos a explicar a continuación:
Primera Ley de Newton:
Esta ley nos dice que un objeto que está en reposo permanecerá en reposo hasta alguna fuerza se aplique sobre el, y un objeto en movimiento permanecerá también movimiento hasta que una determinada fuerza actúe sobre él.
Es por eso que, por ejemplo, los astronautas pueden soltar sus herramientas cuando están trabajando en la estación espacial, y estas permanecen en exactamente el mismo lugar hasta que las vuelven a agarrar. Si el astronauta lanza un determinado objeto, viajará en línea recta y nunca se detendrá.
Esto ocurre porque no hay gravedad ni aire en el espacio para actuar sobre la herramienta, a diferencia de la tierra, donde sin fuerza sostenida, la fricción de la atmósfera ralentizará y eventualmente detendrá un objeto en movimiento.
Ejemplo: Un corredor de velocidad no puede dejar de correr inmediatamente después cruzar la línea de meta. Obligatoriamente tiene que dar unos cuantos pasos más y correr unos metros más allá de la línea de meta, de lo contrario se caerá. Esto es debido a que existe una cosa que llama la inercia del movimiento, o primera regla de movimiento de Newton, que evita que el cuerpo se detenga bruscamente y lo obliga a mantener su estado de movimiento.
Segunda Ley de Newton:
F = ma. Es decir, a mayor fuerza existe una mayor aceleración. Cuanto mayor sea la masa de un determinado objeto, también será mayor la fuerza que necesitamos para poner dicho objeto en movimiento.
Por ejemplo, si tenemos dos objetos con diferente masa, cada uno de ellos necesitará diferente fuerza para moverlo y los niveles de aceleración asociados a cada uno de ellos, también serán diferentes.
La fórmula que empleamos para representar la Segunda Ley de Newton es F = ma. Esto quiere decir es Fuerza = masa por aceleración. Si despejamos la fórmula, también podemos calcular la aceleración, siendo la fórmula la siguiente: A = F ÷ m.
Ejemplo: Una pelota cuando es golpeada desarrolla un cierto grado de aceleración. La fuerza dada a la pelota tiene una relación directa con la aceleración de la pelota. Esto significa que cuanto más fuerte golpeas la pelota, más rápido se mueve, mostrando la segunda ley de movimiento de Newton en la vida cotidiana.
Tercera Ley de Newton:
La tercera ley de Newton nos dice que para cada acción, existe una reacción igual y opuesta. Es decir, si las fuerzas son iguales, pero se aplican en direcciones opuestas, el objeto no se va a mover. Esto ocurre porque, al ir en sentidos opuestos, las fuerzas se anulan entre sí. En este caso, cuando las fuerzas se anulan entre sí, podemos decir, que la aceleración del objeto es igual a cero.
Si una fuerza que actúa en una determinada dirección es mayor que la fuerza que actúa en la dirección opuesta, el objeto se moverá, ya que ese diferencial de fuerzas, pondrá al objeto en movimiento en dirección de la fuerza de mayor intensidad.
Ejemplo: Si tiramos de una cuerda atada a una caja de piedras y la caja empieza a desplazarse, significa que la fuerza que estamos usando es mayor que la que usa la caja de piedras para mantenerse en ese mismo lugar.
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