El calor específico es una propiedad física de la materia que representa la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de una unidad de masa de una sustancia en una cantidad específica.
Se expresa en julios por gramo por grado Celsius (J/g°C). Sustancias con alto calor específico requieren más calor para cambiar su temperatura, lo que las hace más resistentes a las variaciones térmicas.
El agua, con su alto calor específico, es crucial en la regulación térmica de la Tierra y en procesos como la cocción de alimentos.
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