El parasitismo es una forma de relación simbiótica en la que una especie, llamada parásito, se beneficia a expensas de otra especie, conocida como huésped, que resulta perjudicada.
El parásito depende del huésped para su supervivencia y obtiene recursos como alimento, refugio o reproducción a costa del huésped, que sufre daños o enfermedades.
Un ejemplo común es la garrapata y el perro. La garrapata se adhiere a la piel del perro y se alimenta de su sangre, causando molestias e incluso transmitiendo enfermedades al huésped.
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