Los gases forman parte del conjunto de los estados de agregación de la materia. Los elementos gaseosos, bajo ciertas condiciones de temperatura y presión, se comportan de una forma muy diferente al resto de elementos.
Las moléculas de los gases interaccionan unas con otras de forma muy débil, esto quiere decir que no son capaces de formar enlaces moleculares. Debido a esta circunstancia, los gases terminan adoptando la forma y el volumen del recipiente que los contiene. Ademas de que también tienden a separarse, o lo que es lo mismo, expandirse o disiparse todo lo posible por su alta concentración de energía cinética.
Los gases se caracterizan por ser un tipo de fluido altamente compresibles, es decir, se pueden comprimir mucho (como las botellas de aire de los buzos) y experimentan grandes cambios de densidad con cuando hay cambios de presión y de temperatura.
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