Una fuente histórica es cualquier tipo de material o evidencia que nos proporciona información sobre el pasado.
Puede ser un documento escrito, como cartas, diarios o registros oficiales, que nos cuentan eventos históricos desde la perspectiva de quienes los vivieron.
También pueden ser objetos físicos, como artefactos arqueológicos o incluso hasta monumentos, que nos revelan aspectos de la cultura y la sociedad de épocas anteriores a la nuestra.
Las fuentes históricas nos permiten por lo tanto, reconstruir y comprender el pasado, analizar los acontecimientos y sacar conclusiones sobre cómo ha evolucionado la humanidad a lo largo del tiempo.
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